miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Quién será el nuevo Papa?

Desde que Benedicto XVI anunció su renuncia, las quinielas sobre quién será el nuevo Papa han empezado a funcionar. Suenan unos cuantos nombres,  y ya se apuesta incluso (sí, hasta por esto se apuesta).

En el pasado me sorprende como, a pesar de que se dice que es el Espíritu Santo el que decide iluminando a los cardenales reunidos en el Conclave en plena Capilla Sixtina sobre quien tiene que ser, la gente de la calle, los fieles en la Plaza de San Pedro, ya los saben. Todo el mundo hablaba de Ratzinger en 2005. Y hay videos incluso anteriores, de 1963, en los que se les pregunta a los congregados quién será, y todos dicen "Montini", que se convirtió en Pablo VI. Será que a la gente también la ilumina el Espíritu Santo. De hecho, es un proceso bastante político. En teoría cualquier bautizado (varón, claro) puede ser Papa (sino qué sería, ¿Mama?, no sé), pero son un puñado de cardenales los que deciden.

Se dice que esta vez va a ser europeo, porque la mayoría de cardenales son de Europa, e italiano (Angelo Scola, por ejemplo), porque llevan desde 1978 sin un Papa italiano.

No creo que vayan por ahí los tiros. Como multinacional que es, la Iglesia querrá abrir mercados nuevos. Un Papa americano siempre suena (canadiense, como Marc Ouellet; norteamericano, como Timothy Dolan, o Latinoamericano), pero en latinoamerica ya está su mayor mercado (42% de los católicos del mundo son de allí), con lo que no tendría sentido. Australiano tampoco, hay pocos habitantes. Quizá filipino, como Luis Tagle, que también suena bastante, y está cerca de China. Aunque en Oriente la Iglesia no tiene nada que hacer, estamos hablando de otro mundo aparte.

No, el gran mercado por abrir, y que se les escapa peligrosamente es (redoble) Africa. Allí la Iglesia tiene todo por ganar, millones potenciales de nuevos fieles que se alejan cada vez más hacia el Islam, el animismo o sus religiones autóctonas, un conflicto inmenso que lleva arrastrandose siglos (el expolio de los recursos, imperialismo económico rampante), y problemas grandísimos como el SIDA a los que la Iglesia tarde o temprano va a tener que hacer frente de manera realista. Sí, Africa es el continente más interesante para la Iglesia, su mayor reto. Otra cosa es que le quieran hacer frente.

Y el mejor candidato es Peter Kodwo Appiah Turkson, de Ghana, presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, y que ha alertado contra la expansión del islam (debería suavizar sus posiciones y acercarse a los musulmanes). De hecho, lidera en probabilidades con un brutal 2 a 1 (parece demasiado).

Es relativamente joven (64 años), que es lo que buscaría la Iglesia tras Benedicto XVI (quien dijo que hace falta alguien "con más vigor", o sea, apuntando a un chaval de 60 y pico, los Rolling Stones tienen 70 años). Y es negro. Estéticamente le vendría bien al Vaticano como renovación, después de siglos y siglos de caucásicos con canas. Y si en Estados Unidos está Obama, ¿por qué no en el Vaticano? Yo apostaría por él.




Curiosamente, cumpliría las profecías de San Malaquias, que decía que tras el 111 el Papa se llamaría"Pedro" (Peter) y tengo que comprobarlo, pero creo que Nostradamus profetizó un Papa negro. Se interpretaba de manera ocultista, como que sería malvado (el anticristo, quizá), pero podría ser literal. Un papa de color. La respuesta, a mediados de marzo.

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