martes, 12 de febrero de 2013

Gracias, Ada Colau

Liderando la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH, Ada Colau ha conseguido en una semana que el gobierno del PP admita a trámite parlamentario la reforma de la ley hipotecaria más injusta del mundo occidental.

El PP acaba de dar marcha atrás in extremis y ha apoyado la iniciativa popular (esta sí que es popular y no su partido) que introduciría la dación en pago tras el requerido trámite parlamentario. Un éxito, el primero de lo que será una cadena de éxitos que llevarán a la gente de la calle, donde reside la soberanía del país sea quien sea el que gobierne, a reconducir esta inaguantable situación social y económica.

Para conseguirlo, ha dicho esto tras la intervención en la Comisión de Economía del Congreso del vicesecretario general de la Asociación Española de la Banca:

 "No le he tirado un zapato a este señor porque creía que era importante quedarme aquí para decir lo que estoy diciendo. Este señor es un criminal y como tal deberían ustedes tratarlo. No es un experto. Los representantes de las entidades financieras han causado este problema; son esta misma gente la que ha causado el problema, los que han arruinado la economía entera de este país y ustedes les siguen calificando de expertos".

Por supuesto ha provocado un revuelo mediático tremendo y el mismo presidente de la comisión le pidió que retirara lo de "criminal". No lo hizo. Gracias, Ada Colau, por empezar a llamar a las cosas por su nombre. Hace falta mucho valor para entrar en el Congreso de los Diputados y empezar a decirle a las vacas sagradas a su sagrada cara lo que son en realidad. Un puñado de criminales que conspiran unos con otros para forrarse estafando. Ellos esperan corrección política en las formas, es el terreno donde se mueven bien, el del discurso económico y político neutral y estéril. Ada Colau ha introducido la dramática realidad en el discurso. Y está ahí para quedarse.

Con ello ha conseguido poner el foco donde tiene que estar; encima de quienes se creen por encima del bien y del mal, escudados por la Ley. Las leyes, cuando son parte del problema, se tienen que cambiar. Sí, la ley hipotecaria que permite esta sangría es legal. Pero no es ética y no funciona. Que se rescate a las mismas instituciones que planearon y llevaron a cabo la estafa hipotecaria, y que se siga aplicando sin miramientos la misma ley es un crimen.

Ada Colau es un ejemplo de por donde hay que actuar. La gran mayoría del país está con ella. Esto no son cuestiones de izquierda o derecha. Son cuestiones de tener sentido común y una humanidad básica.

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