Esta mañana me desperté pensando en que iba a ver una dimisión en el periódico. Y sí, efectivamente. El Papa. Reconozco que me esperaba a Ana Mato. Pero no, que dimita un político en este país es más difícil. Es Benedicto XVI el que renuncia al papado, que no dimite. Tendría que haberle presentado la dimisión a su jefe, Dios. Como Dios sigue sin tener email, el Papa simplemente renuncia al papado.
Qué raro. Es raro que un Papa lo deje. Es tan raro como que el último ha sido en 1415. Era más normal que hubiera más de un Papa. en aquella época.
A los conspiranoicos les parecerá que hay más de lo que dicen. Y es que este Papa en concreto ha tenido muchos problemas; que si su mayordomo, que si ha salido a la luz la pederastia que campa a sus anchas,... No ha sido la razón que ha dado, sino su salud. Me parece bien, creo que la decadencia de un Juan Pablo II no se debería repetir. De todos modos, posiblemente haya más tela que cortar de la que admite la Iglesia (Juan Pablo I duró exactamente un mes de Papa y no murió de viejo).
Curiosamente, el final de los tiempos de la profecía de los mayas ha coincidido en dos meses con el final de los tiempos de la profecía de San Malaquias. La lista de los Papas y sus lemas publicada en 1595 termina con tintes apocalípticos para el 112, que describe como "Pedro el Romano" (o sea, una vuelta al principio). El 111 ha sido Benedicto XVI, así que el final ya está aquí. Si el siguiente Papa elige el nombre de Pedro II y es italiano a mí me daría un escalofrío como poco. Llegará con los idus de marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario