domingo, 14 de abril de 2013

En el 75 se restauró la monarquía

Tras la restauración monárquica, quedaron atrás años de guerra civil, golpes de estado, dictaduras, asesinatos políticos, reyes absolutistas... Lo siguiente fue aprobar un marco constitucional moderno. Unos partidos políticos fuertes, con una alternancia entre conservadores y liberales en el gobierno, dieron al país una estabilidad política sin precedentes. España aprovechó esta estabilidad para modernizarse.

Pero en el nuevo siglo, con un clima de creciente conflictividad social, y las contradictorias repercusiones socioeconómicas internacionales, el sistema empieza a hacer aguas. El bipartidismo entra en crisis y a monarquía es cuestionada al verse su incapacidad de resolver los problemas del Estado y cometer graves errores...

Esto es historia. La restauración es la de 1875, todo ocurrió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Y podría aplicarse palabra por palabra a todo lo ocurrido desde 1975. La historia se repite si no se aprende de los errores y se hacen las cosas de forma diferente. Por ahora no ha sido así. España está repitiendo uno tras otro los errores de hace un siglo adaptándolos a las circunstancias actuales. Y el mundo metiéndose en un capitalismo salvaje y una dominación mundial del mundo corporativo también comete los mismos errores.

Nos acercamos peligrosamente al punto de ruptura que en el siglo pasado llegó en los años 30. El 14 de abril de 1931, hoy hace 82 años, caía la monarquía restaurada en el 75 para dar paso a una segunda república plagada de problemas y rodeada de conspiradores desde el principio. Después, la hetacombe. Guerra Civil, holocausto represivo, y dictadura. Y el mundo, tras pinchar la burbuja financiera con el crack del 29 trajo el nazismo, el fascismo, la Gran Depresión y la Segunda Guerra mundial. Millones de muertos fue el precio por los errores. ¿Tendremos que vivir esta generación de nuevo los horrores de la generación de nuestros abuelos? ¿O el mundo será lo suficientemente maduro como para aprender y rectificar a tiempo? La respuesta, en los próximos 25 años.

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