Se cumplen hoy 50 años del asesinato del Presidente John Fitzgerald Kennedy en Dallas. Ya lo digo de entrada, no caeré en el topicazo de "aún hay muchas dudas sobre el magnicidio de Dallas". No caben dudas si se miran los hechos y las pruebas con un poco de objetividad. Y si se mira la historia del país y el mundo desde entonces, menos aún.
El magnicidio fue un golpe de estado en toda regla. Por supuesto de eso no hay pruebas porque nadie es culpable y lo fueron todos a la vez. El complejo industrial-militar, que estaba aún en sus fases iniciales a primeros de los sesenta, quería guerra en Cuba, en Vietman y donde fuera. Kennedy quería Paz en el mundo. Había que quitarlo del medio, porque habría ganado la reelección en 1964 y habría sido presidente hasta 1969 como mínimo, y luego Bobby se habría presentado como su sucesor. Una dinastía en toda regla.
De lo que si había pruebas era de que hubo más de un tirador (las trayectorias de los disparos eran diferentes), de que el disparo que literalmente reventó la cabeza del presidente (Jackie recogió trozos de su cerebro de la parte de atrás del coche) fue desde delante , y del posterior encubrimiento. De hecho no hubo solo una conspiración, sino dos. Una la del atentado, otra la del encubrimiento posterior. No podía salir a la luz nada y por eso se alteraron pruebas, se tapó la boca a testigos, y un largo etc.
Kennedy lo tenía todo para haber sido un Presidente del establishment. Millonario desde la cuna, heroe de la II Guerra Mundial, educación en Harvard, hijo de un simpatizante nazi y contrabandista, además de banquero y especulador en Wall Street (lo que era más común de lo que parece). Tendría que haberse puesto del lado de la gran empresa, de los militares y de todos los anticomunistas que poblaban el panorama político.
Pero tuvo una epifanía en Octubre de 1962 cuando faltó una decisión a cara o cruz para la III Guerra Mundial (nuclear esta vez). Se dio cuenta de que por ese camino no solo EEUU sino el mundo entero acabaría pulverizado, y giró el rumbo 180 grados en 1963. Quiso acercarse a la URSS, salir de Vietnam, prometió que no invadiría Cuba, y algo también muy peligroso, quería que el gobierno emitiera su propio dinero al margen de la Reserva Federal, una herejía económica que habría dado el poder al pueblo por primera vez. Le costó la vida.
Y el mundo desde aquel día entró en lo que conocemos hoy. Una espiral de guerras locales, golpes de estado, intervencionismo económico y militar, crisis económicas, ecológicas...Esencialmente poco ha cambiado. ¿Que él no habría podido cambiar nada? No lo sé, él era el Presidente de EEUU y podría haber impulsado un camino nuevo, una nueva forma de hacer las cosas. Qué casualidad que en los siguientes cinco años cayeran además Robert Kennedy, Martin Luther King, Edward Kennedy tuviera un raro accidente automovilistico...Todos lideres del progresismo norteamericano. No cayeron Ronald Reagan, George Bush o Richard Nixon.
La clave de que hubo una conspiración es que miles de documentos siguen sin ver la luz y no lo harán nunca. Si hubiera sido Oswald él solito, los documentos solo podrían confirmarlo y los habrían publicado junto con las investigaciones de la Comisión Warren en 1964.
Se puede decir que 50 años después nada de esto tiene ya importancia. Pero es que lo que le pasó a JFK es un recordatorio para todos los que vinieron después de lo que te puede ocurrir si no cumples con los amos del mundo. Traduciendo, Barack Obama no quiere que Michelle tenga que recoger su cerebro de ningún sitio, con lo que no cambiará nada.
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