Nunca se había llegado a 6 millones de parados y un 26% de la población activa en paro. Evidentemente la reforma laboral está dando sus frutos. La respuesta del gobierno era previsible, que sin la reforma se destruiría proporcionalmente más empleo bla bla bla. Vamos, ficción. Abaratas el despido y sube el paro.
Es buena la flexibilidad, de manera que se pueda recurrir a ajustes de jornada y salarios para acompasar la actividad de una empresa sin recurrir al despido. Pero eso no es lo que está pasando aquí, señores del gobierno. Se está destruyendo empleo masivamente, porque no hay actividad económica. No hay demanda y no la puede haber en un país en el que muchas familias viven de la pensión mínima de los abuelos.
Sigo manteniendo lo que siempre dije: que esto es un plan orquestado desde muy arriba, desde Bruselas y Berlín, para conseguir tener un sur de Europa hambriento y desesperado, o sea, sumiso. Entonces, cuando una mayoría de trabajadores acepte cualquier cosa, cualquier salario de subsistencia, cualquier cesión de sus derechos (vacaciones cero, jornada laboral de 12 horas,...), solo entonces sí que habrá "trabajo", porque los señores empresarios e inversores tendrán a su disposición una fuerza laboral "motivada". Y vendrán a poner factorias donde una mano de obra "competitiva" y "productiva" aceptará cualquier cosa. Una China en Europa.
Eso, señores del gobierno, no es trabajo. Es esclavitud. Cuando hablen de que "lo más importante es el trabajo", yo le pondré siempre detrás un DIGNO como una catedral de grande.
Y cuando al nuevo presidente de la patronal, el señor Rossel (el anterior está detenido por alzamiento de bienes), se le llene la boca insultando a los parados llamándolos vagos, yo le recordaré que él mismo no se agacharía a recoger la prestación por desempleo más alta si se la encontrara tirada en la calle, mucho menos aceptar un trabajo que pague la mitad de eso.
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