miércoles, 15 de julio de 2015

El argumentario de la derecha neoliberal.

Llevamos ya muchos años de "crisis", que no ha tenido más origen que la aplicación estricta de neoliberalismo. Desregulación de mercados financieros, inyección de dinero en la economía, y ya tienes la bomba de relojería que fueron las burbujas especulativas que explotaron en 2008.

Después vinieron los "rescates" (bail out), los bancos que eran "too big too fail", y la socialización a través de deuda pública de las inmensas pérdidas privadas. Aquí lo único de izquierdas ha sido repartir entre todos los ciudadanos a un coste inmenso todos los desastres del sistema financiero. Y punto. Ahí estamos ahora.

Se podría pensar que la derecha tuviera la decencia de esconder las orejas, asumir los errores de sus políticas neoliberales , y por lo menos tener un poco de respeto, ya que es gracias a los ciudadanos y los recortes en Estado del Bienestar que muchos de ellos (Bankia es el más grande, pero ha habido muchos otros) siguen conservando sus poltronas y sus salarios estratosféricos.

Pero no. La derecha neoliberal se ha crecido. Les ha salido el negocio del siglo. No solo se han salido con la mayor estafa financiera que se recuerda. Además han aprovechado para, vía rescates, deshacerse del incómodo "estado del bienestar", que no hacía más que quitarles negocios privados. Y mientras siguen con la austeridad y dicen que "ya hemos salido, ya hay crecimiento", millones sufren con sueldos miserables, cada vez menos derechos, menos cobertura social, etc. Es un golpe de estado.

Como muchos, una gran mayoría, hemos despertado ya y por primera vez en la historia de las democracias europeas se ve que alternativas claramente de izquierdas tienen opciones reales de llegar al poder, ahora la derecha neoliberal, la causante de todos los problemas, acusa al "comunismo" de ser "el problema". Ese es el argumento que se oye de mil formas: Venezuela, Cuba, "el comunismo fracasó", "si queréis solidaridad pagársela a los griegos", etc, etc...Los argumentos giran en torno a lo mismo: acusar de comunista a quien se sale de la doctrina neoliberal que desde la derecha se trata de imponer como único camino.

En twitter, en tertulias, ... la única defensa de la derecha es acusar a quien propone cosas diferentes de radical. Y yo pienso, es como si en plena sequía empiezan a hablar de que "hay que tener cuidado con los tsunamis". Ya lo sabemos señores de derechas, pero es que estamos comiendo arena a 45 grados a la sombra. Un tsunami es nuestro último problema ahora mismo. La derecha neoliberal es tan extrema y ha perjudicado tanto que la única defensa que le queda es meter miedo con un tsunami comunista, que debería ser la última preocupación de los votantes. Eso sí, para algunos políticos, empresarios, y demás ladrones neoliberales sí podría ser un problema que llegara un gobierno que realmente quisiera cambiar las cosas. Ojalá.


miércoles, 8 de julio de 2015

El NO de Tsipras a la austeridad. El SI de Tsipras a Europa.

Tsipras ha entrado hoy en el Parlamento Europeo entre abucheos de algunos y ovaciones de muchos. Tsipras y el pueblo griego han dicho NO a la austeridad y SI  a Europa. Luego ha habido un debate a veces muy subido de tono en el que Tsipras ha escuchado a todos.

Están en juego varias cosas; la permanencia de Grecia en el Euro, el futuro político de los próximos años en Europa, e incluso el futuro mismo del Euro. Las posiciones varían entre los países que quieren echar a Grecia con Alemania a la cabeza, los que quieren hacer todo lo posible por que Grecia no se vaya (España incluida), y los que se ponen del lado de Grecia (los menos).

Digámoslo claro. A Alemania no le interesa que Grecia pague su deuda. Al menos no es su único objetivo. Le interesa que pague de una manera determinada. Le interesa que pague destruyendo el Estado del Bienestar. Esa y no otra es la agenda oculta (y no tan oculta) de toda la derecha europea. Tsipras lo sabe, y ha dicho no. Quiere hacerlo subiendo impuestos a los más ricos, pero eso no le interesa al FMI, el BCE, ni a Merkel. Quieren menos pensiones, menos sanidad, menos educación, y más IVA, que es el único impuesto que no varía tanto si cobras 400 euros como 400 millones de euros al mes.

Quieren más austeridad. Que en Europa se dedique 4-5% del PIB a pagar intereses de deuda y un 1% del PIB a gasto universitario, que es lo que está pasando. Así consiguen lo que quieren; esclavizar a Europa bajo la deuda y más negocio para el sector privado (el que se lo pueda permitir, claro).

Mariano Rajoy, aliado total de Merkel, se juega mucho. Si Tsipras se sale con la suya y consigue un trato beneficioso de la troika, justificaría que los griegos votaran por Syriza. Y en España se tomaría nota de eso, con lo que Rajoy, que ya está muy tocado, simplemente estaría fuera del gobierno ya de hecho. Sin embargo si Alemania y la troika no conceden nada a Grecia, o si la echan directamente del euro, Rajoy dirá que "esto ha pasado por votar a Syriza, hermanos de Podemos". Ya lo está diciendo (mentira, Samaras y el Pasok, PPSOE griego, fueron quienes hundieron a Grecia). Las coversaciones España-Alemania de esta semana han girado en torno a eso. Rajoy quiere a Grecia hundida para salirse con la suya en España. Porque nadie se lleva a engaño: si Grecia fracasa, España es la siguiente.

Que Alemania de lecciones de austeridad es de una hipocresía atroz. Ha sido el país que más deuda repudió históricamente, y la que no repudió la pagó valiéndose de reestructuraciones e inflación. Ese es el secreto del "milagro alemán". Que en 1953 se le perdonó gran parte de su deuda, y el resto la pudo pagar reduciéndola vía inflación (al igual que tu dinero en el banco pierde valor con inflación, lo mismo pasa con la deuda pública, que es un activo nominal).

Solo hay tres vías para pagar deuda, dos indoloras, y una dolorosísima: impuestos, inflación y austeridad. Alemania recomienda 20-30 años de austeridad, pero esa medicina solo se la aplicaron los alemanes durante un año. Luego votaron a un tal Hitler para que acabara con esa austeridad.

Esta es una semana histórica. Y seguirán bastantes más. Pueden ser semanas positivas o muy negativas, todo depende de lo dispuestos que estemos los europeos a recapacitar, a reconocer errores, y de la generosidad que tengamos para hacer concesiones. Lo veo muy difícil. El espíritu que veo no es ese.




miércoles, 1 de julio de 2015

Ley Mordaza= franquismo 2.0

Hoy es el día en que entra en vigor la "ley de seguridad ciudadana". Curiosamente, según juristas, no hace referencia a artículos que ya existen en el ordenamiento jurídico que hablan de "seguridad ciudadana". Y no lo hace porque no es una ley de "seguridad ciudadana". Es una ley anti-activismo social. No hay más.

Lo único que persigue es que quien sale a protestar a la calle se lo piense dos y tres veces, ya que las multas de 600.000 euros son imposibles de pagar por ciudadanos de a pie, pero también por organizaciones como Greenpeace o Amnistía Internacional. Busca el "orden público". Igual que el franquismo, cuyo TOP (tribunal de orden público) era su brazo ejecutor (literalmente) para impedir cualquier protesta.

La Ley Mordaza (la llamaré así a partir de ahora) es una ley brutal, antidemocrática y anacrónica, que durará tanto como el gobierno del PP: unos pocos meses. Eso sí, el siguiente gobierno, que sin duda será progresista, tendrá que pasarse un par de años desarmando la legislación neo-franquista que el PP ha impuesto en cuatro años.

Y es que el PP al fin se ha quitado su careta de demócratas. Igual que la foto de background de este blog, se ha quitado su careta de ovejita para enseñar el lobo fascista que en realidad es y siempre fue. No es de extrañar. Vienen del franquismo directamente. Fraga ordenaba los asesinatos en Vitoria  mientras proclamaba "la calle es mía" a principios de 1976 aún en dictadura, con el cadaver de Franco aún caliente, y al año siguiente fundaba el PP (AP entonces) con otros ministros franquistas. ¿A alguien le extrañan los instintos dictatoriales del gobierno de Mariano Rajoy, que ya andaba alrededor de Fraga en los primeros años de "democracia"?

No va a colar. Estamos en el siglo XXI. La democracia auténtica se respira en el ambiente. La calle va muy por delante de las instituciones. Cuando eso ocurre, las medidas reaccionarias tienen sus días contados.