Hoy es el día en que entra en vigor la "ley de seguridad ciudadana". Curiosamente, según juristas, no hace referencia a artículos que ya existen en el ordenamiento jurídico que hablan de "seguridad ciudadana". Y no lo hace porque no es una ley de "seguridad ciudadana". Es una ley anti-activismo social. No hay más.
Lo único que persigue es que quien sale a protestar a la calle se lo piense dos y tres veces, ya que las multas de 600.000 euros son imposibles de pagar por ciudadanos de a pie, pero también por organizaciones como Greenpeace o Amnistía Internacional. Busca el "orden público". Igual que el franquismo, cuyo TOP (tribunal de orden público) era su brazo ejecutor (literalmente) para impedir cualquier protesta.
La Ley Mordaza (la llamaré así a partir de ahora) es una ley brutal, antidemocrática y anacrónica, que durará tanto como el gobierno del PP: unos pocos meses. Eso sí, el siguiente gobierno, que sin duda será progresista, tendrá que pasarse un par de años desarmando la legislación neo-franquista que el PP ha impuesto en cuatro años.
Y es que el PP al fin se ha quitado su careta de demócratas. Igual que la foto de background de este blog, se ha quitado su careta de ovejita para enseñar el lobo fascista que en realidad es y siempre fue. No es de extrañar. Vienen del franquismo directamente. Fraga ordenaba los asesinatos en Vitoria mientras proclamaba "la calle es mía" a principios de 1976 aún en dictadura, con el cadaver de Franco aún caliente, y al año siguiente fundaba el PP (AP entonces) con otros ministros franquistas. ¿A alguien le extrañan los instintos dictatoriales del gobierno de Mariano Rajoy, que ya andaba alrededor de Fraga en los primeros años de "democracia"?
No va a colar. Estamos en el siglo XXI. La democracia auténtica se respira en el ambiente. La calle va muy por delante de las instituciones. Cuando eso ocurre, las medidas reaccionarias tienen sus días contados.
Lo único que persigue es que quien sale a protestar a la calle se lo piense dos y tres veces, ya que las multas de 600.000 euros son imposibles de pagar por ciudadanos de a pie, pero también por organizaciones como Greenpeace o Amnistía Internacional. Busca el "orden público". Igual que el franquismo, cuyo TOP (tribunal de orden público) era su brazo ejecutor (literalmente) para impedir cualquier protesta.
La Ley Mordaza (la llamaré así a partir de ahora) es una ley brutal, antidemocrática y anacrónica, que durará tanto como el gobierno del PP: unos pocos meses. Eso sí, el siguiente gobierno, que sin duda será progresista, tendrá que pasarse un par de años desarmando la legislación neo-franquista que el PP ha impuesto en cuatro años.
Y es que el PP al fin se ha quitado su careta de demócratas. Igual que la foto de background de este blog, se ha quitado su careta de ovejita para enseñar el lobo fascista que en realidad es y siempre fue. No es de extrañar. Vienen del franquismo directamente. Fraga ordenaba los asesinatos en Vitoria mientras proclamaba "la calle es mía" a principios de 1976 aún en dictadura, con el cadaver de Franco aún caliente, y al año siguiente fundaba el PP (AP entonces) con otros ministros franquistas. ¿A alguien le extrañan los instintos dictatoriales del gobierno de Mariano Rajoy, que ya andaba alrededor de Fraga en los primeros años de "democracia"?
No va a colar. Estamos en el siglo XXI. La democracia auténtica se respira en el ambiente. La calle va muy por delante de las instituciones. Cuando eso ocurre, las medidas reaccionarias tienen sus días contados.
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