Usted y la mayor parte de la cúpula de su partido. Son ustedes unos señoritos que llevan demasiado tiempo nadando en dinero, privilegios y creyéndose por encima del bien y del mal.
Su "comparecencia" del 1 de agosto es posiblemente el punto más bajo de la historia de la democracia (quizá empatada con el 23-F). Que un presidente del gobierno comparezca el día de la operación salida de vacaciones (qué oportuno) amenazado por una moción de censura para leer un discurso preparado por sus abogados y publicistas (leyendo incluso los "fin de cita") tratando de evitar caer en contradicciones que podrían imputarle en el caso contra su ex-tesorero es vergonzoso. Evidentemente a usted no le importa su país, ni su partido, ni nada más que usted mismo.
Sí, le votaron millones de españoles. En eso se escuda usted. Pero le votaron engañados por un programa que no pensaba cumplir. Y le votaron desesperados por una situación que usted mismo contribuyó a crear, eso está cada vez más claro. La élite de su partido, usted incluido, recibían dinero a cambio de favores, y esos favores hinchaban más el globo inmobiliario que reventó dejando al país hundido y le aupó a usted a la Moncloa.
Desde que llegó al poder ha gobernado para los mismos que le financiaron a base de sobres de dinero negro en cajitas de puros. Y sigue haciéndolo sin ningún pudor, recortando un déficit creado a ladrillazos para beneficiar a sus amigos empresarios de seguros, sanidad, educación...
Encima se hace la víctima. Le ha engañado su ex-tesorero, y usted ha sido demasiado confiado. Es eso, ¿no? Y los SMS no prueban nada, ¿verdad? Y Rubalcaba y Bárcenas están conchavados, ¿no? Y hay que dejar que "la justicia actúe", pero usted intentando que lleve el caso un juez sin plaza propia para poder tenerle bien cogido por ahí y decirle "no nos harermos daño, ¿eh chavalín?"
Seguro que se va de vacaciones satisfecho del año que ha tenido. Sus antológicos encuentros con la prensa (qué bien da usted en pantalla de plasma), sus luchas titánicas por favorecer a los ciudadanos (aunque haya que recortarles los sueldos a los que aún trabajan un 60% y todos los derechos sociales adquiridos en los últimos 30 años), su oratoria parlamentaria (cuando tiene que ir a leer lo que le preparan sus abogados para no meter más la pata), su "no" rescate de la banca (al final ha sido un mal negocio, qué raro)...
Ah, ha sido un año para recordar, ¿verdad? Mirará atrás y se sentirá usted satisfecho de todo. Igual que se siente satisfecho de su pasado franquista, sus oposiciones (probablemente regaladas), de su etapa de ministro (qué bien solucionó usted el tema del Prestige sobornando a pueblos enteros para que se callaran y darle carpetazo). Un crack.
Es usted una nulidad o un delincuente (aunque aun no me consta). Fin de cita.
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