sábado, 20 de julio de 2013

Detroit en bancarrota

La que fue centro empresarial de Estados Unidos durante décadas se ha convertido en una ruina humeante a lo Mad Max llena de casas deshabitadas comidas por la vegetación, servicios públicos apenas existentes, un paro del 18% duplicando la media nacional (aunque aquí en España eso pareciera un paraíso), un 36% de la población bajo el umbral de la pobreza, crímen y violencia racial. Y esto no ha pasado porque allí aplicaran programas precisamente comunistas...

http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/19/actualidad/1374258637_078392.html

Michael Moore llevaba denunciando las prácticas de deslocalización de General Motors durante décadas en sus películas, como en "Roger and me" (1989), donde se pasa todo el metraje tratando de tener una entrevista con el presidente de la empresa sin resultado ninguno.

Esto es consecuencia de la globalización, con las multinacionales aprovechando las oportunidades de capital humano y recursos en cualquier parte del mundo, y dejando sus países de origen tiritando. Las grandes empresas ya no son americanas, o japones o francesas. Son globales, con factorías en países en vías de desarrollo (que antigua suena esa expresión), y con una complejísima red fiscal a lo largo y ancho de todo el mundo que consigue que acaben pagando impuestos en las islas Cayman.

Yo creo en el capitalismo, entendido como iniciativa individual, generador de ideas y avances, de ingenio empresarial, y como herramienta para mejorar la vida de las personas. Las empresas eran una unión de personas para ayudar a su comunidad. Por ejemplo, si hacía falta un puente sobre un rio en una ciudad, se constituía una empresa que capitalizaban varias personas, se construía el puente. Esto ayudaba a la comunidad, mejoraba las comunicaciones, y de paso daba trabajo a nivel local. Estoy hablando de hace siglos.

Esto del siglo XXI (y ya desde principios del siglo XX) no es capitalismo. Esto es otra cosa podrida, inabarcable, compleja, y perversa que no tiene nada que ver. Las empresas son inmensos monstruos de Frankenstein que no actúan mejorando la vida de la gente, sino que actúan como piratas: van de un lado a otro del mundo buscando el botín, asaltando países. Llegan y explotan recursos y a la población. Pero además lo hacen con la hipocresía de "ayudar a la gente". Gastan cantidades innombrables de recursos en marketing (o sea, en crear necesidades, no satisfacer las que hay). Eso sin hablar de la destrucción del medioambiente, de la explotación laboral, del expolio de recursos locales, y de los gigantes bancarios que son quienes realmente lo manejan todo.

En un mundo así no es raro que ciudades como Detroit acaben como en una Edad Media del siglo XXI. Esto y mucho peor es lo que depara el futuro. Un mundo de desigualdades, pobreza, explotación, ciudades fantasma, y violencia. Y los políticos ni pueden ni quieren parar esto.


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