Me niego a seguir comentando las gilipolleces de los ministros y militantes del PP. He llegado a la conclusión de que son una campaña orquestada por alguien muy listo para tener a toda la opinión pública distraída con sus salidas de tono y desinflar así el peso de sus auténticas medidas.
Es que no me creo que la Cospedal llame nazis y filoetarras a los de la PAH de casualidad, el Pujalte diga imbecilidades sobre los desahucios, una diputada poco menos que llamando retrasadas a las mujeres que abortan, y el otro llamándolos etarras...Esa sarta de tonterías no pueden ser casuales. Poniendo a una panda de payasos a decir payasadas, consiguen hacer parecer sus medidas un poco menos crueles, inhumanas, partidistas e injustas de lo que son. Eso sin contar con los discursos que se marca Rajoy, que claramente están dirigidos a la troika de tecnócratas, a la Merkel y a los mercados (ni a sus votantes, ni por supuesto a los que no hemos votado por él).
He leído por ahí que forma parte de una "brillante" estrategia orquestada por alguien de Génova, una especie de tiki-taka dialéctico con el que están colando todos los goles que les da la gana a la ciudadanía en forma de recortes y retrocesos brutales de derechos.
Pero la gente no es tonta. Ayer mismo la huelga de la enseñanza fue masiva y hoy el consejo de ministros no aprobará nada de lo que tenía pensado. Y Gallardón flipa si cree que cualquier modificación del aborto va a durar más del par de años que les queden de gobierno. Eso es lo que pasa con los decretos ley. No hay que esperar cuarenta años para modificarlos.
Mientras todo esto sucede y el gobierno quema todos los cartuchos que puede, la investigación sobre el caso Bárcenas continúa, y cada vez se ve más claro que el PP estuvo cobrando comisiones ilegales y adjudicando a placer a sus amiguetes y familiares de constructoras proyectos y proyectos. O sea inflando la burbuja todo lo que podían y cobrando por ello. Ahora el lobo está a cargo de los corderitos.
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