Por fin uno de los principales autores del desaguisado económico ha ingresado en prisión. Saldrá a los 5 días porque 2,5 millones de euros es lo que tiene este pavo en el bote de la calderilla a la entrada de su casa.
En la trayectoria de este señor se ve perfectamente por donde iban los tiros de la burbuja inmobiliaria. Cuando vio que en España ya iba a pinchar, el pavo se fue a comprar para Caja Madrid (con financiación de bancos alemanes, por supuesto), un banco de Florida, donde supongo que esperaba que la burbuja no pinchara. Así les funcionaba el coco a estos cracks.
A este tío le colocó Aznar en septiembre de 1996, recién elegido presidente del gobierno. Habían estudiado juntos, se conocían de siempre. Esta es la herencia que recibimos de Aznar: poner a gente como esta en los cargos de responsabilidad financiera más importantes del país, y liberalizar el suelo para que todos pudieran hacer negocietes. Luego se dedicaron a hinchar la burbuja, concediendo créditos multimillonarios a constructoras, y a gente como Diaz Ferrán, todo con dinero proveniente de Europa.
Este tinglado ya estaba montado y funcionando a tope cuando Zapatero llegó a la presidencia del gobierno de carambola en 2004 (recordemos, la gente le votó para que sacara a España de Irak, otra ocurrencia genial de Aznar, no para pinchar burbujas. Solo unos pocos estábamos preocupados entonces por el precio de la vivienda).
Zapatero se limitó a vivir de los réditos de la burbuja, y ninguna de las medidas económicas que tomó podría haber causado el desaguisado financiero en el que estamos. Se pueden discutir las medidas en sí y pueden gustar más o menos, pero decir que el cheque bebé o las ayudas al alquiler nos llevaron al desastre es ignorar la realidad. Detrás seguían creciendo los Blesas.
Ojalá acaben todos en la cárcel y este señor sea solo el primero en caer. Sino, sería el cabeza de turco y eso sería injusto.
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