martes, 8 de julio de 2014

¡Que vienen los rojos!

Me acabo de encontrar con este artículo que aunque no profundiza mucho da ideas sobre la tradicional machaconería capitalista sobre el terror al comunismo. Desde el mismo momento de su nacimiento a finales del siglo XIX (una época que cada vez me recuerda más a este comienzo del siglo XXI) las oligarquías capitalistas empezaron a meter miedo sobre los horrores de un sistema que era lo opuesto a su modo de entender el mundo.

http://blogs.publico.es/strambotic/2014/07/malvado-comunismo/

Curiosamente, hemos llegado a un lugar muy parecido cuando, tras la caida de la URSS a principios de los años 90 del siglo XX, el capitalismo quitó el freno y metió pie en el acelerador. Desregulación financiera, libertad total de mercado, globalización, pérdida de poder de sindicatos, reducción del Estado del Bienestar, flexibilización laboral...

Yo no creo en el comunismo per sé. Nunca he creído. Recuerdo muy bien cómo un profesor de Estructura Económica Mundial nos explicaba los planes quinquenales comunistas de la siguiente manera. El Estado decía que había que producir 100.000 toneladas de esto, 30.000 de esto otro, 50.000 de esto otro...La industria soviética producía por ejemplo las 100.000 toneladas de, digamos, tornillos, pero para que fueran más fáciles de producir hacían tornillos de media tonelada cada uno. Así haciendo 200.000 tornillos arreglado, y se quedaban tan contentos. Los tornillos no valían para nada, pero se había cumplido con el plan del funcionario de turno, que por supuesto no tenía ni idea de tornillos. A eso hay que unirle el factor motivador. El beneficio es 0, todo se lo lleva papá Estado. Nadie puede tener iniciativa individual etc.

Yo de niño, cuando intentaba entender eso de la política me ponía un ejemplo. El comunismo sería como si en clase la profesora dijera, "vale, las notas que saquéis de 0 a 10 vamos a sumarlas todas y dividirlas entre todos". Yo pensaba, "los buenos estudiantes no querrían estudiar, porque les quitarían puntos, y los malos estudiantes no querrían estudiar, porque ya estudiarían los buenos por ellos". Y probablemente sea así, nadie estudiaría. Todos somos diferentes, y el esfuerzo individual se debe recompensar.

Pero ¿qué sería el capitalismo en mi ejemplo de la clase? ¿donde estamos en el desarrollo del capitalismo? ¿sería iniciativa individual absoluta y que cada cual saque lo que pueda? Y la respuesta es no. Ahora mismo lo que está pasando es esto: el más listo de la clase se ha aliado con la profesora y le ha dicho, "vas a coger todas las notas y me las vas a dar a mí, y al resto ya veremos lo que les damos". Así el alumno más listo sacará un, pongamos, 400, y decidirá darle por ejemplo 2 puntos a los demás, así que se queda con casi todo, y los demás no llegan a aprobar por mucho que estudien. Y a la profesora le da un jamón para tenerla contenta. Ese es el modelo actual, el extremo opuesto.

Durante años, por miedo al comunismo precisamente, en la "clase" todo el mundo estudiaba, y a los alumnos de 10 les quitaban un punto (seguían sacando sobresaliente), a los de 8 medio punto (seguían sacando notable), y así sucesivamente, para coger los puntos y repartirlos para que los alumnos de 4 llegaran al 5, lo que motivaría a su vez a los de menos de 4 a llegar al 4.

Todo esto es mucho más complejo y eran ejemplos infantiles para entender el mundo, pero me siguen pareciendo buenos ejemplos. Bajo el tercer sistema fue donde mejor se vivió en la historia, un Estado del Bienestar desarrollado y competitivo. Había una gran clase media fuerte que vivía bien, una clase alta pequeña que vivía extraordinariamente bien, y menos clase baja. Pero llegaron los 80 y Thatcher/Reagan con sus teorías neoliberales y a los chicos listos de la clase se les empezó a dejar hacer lo que quisieran. ¿Resultado?

Solo diría que al tradicional "vete a Cuba", yo añadiría un "Vete a Detroit" para ver cómo lo deja todo el capitalismo. Ahora hay que deshacer el mal camino andado. La conversación está en la calle. Viendo el resultado del capitalismo sin freno, ¿quién dijo miedo?


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