jueves, 9 de agosto de 2012

Candidato republicano a la Casa blanca: "EEUU no se convertirá en España conmigo"

En las presidenciales a EEUU con la economía como tema principal, el debate gira alrededor de quién es el más adecuado para gestionar la economía en esta época de turbulencias.

El candidato republicano, Mitt Romney se presenta como el ideal, porque él tiene un curriculum exitoso en la empresa privada, y en el comité organizador de los Juegos Olímpicos de invierno de Salt Lake City en 2002. Por supuesto a Obama le ha faltado tiempo para poner el foco sobre su carrera empresarial en Bain Capital, una firma que, para entendernos, hacía lo que Michael Douglas en la peli "Wall Street". Era uno de estos tiburones que compran empresas con problemas, ofreciendo un plan de reestructuración, para después dedicarse a venderlas en trocitos echando a todos los trabajadores a la calle. Justo lo que la economía necesita ahora, vamos (esto es una ironía).

Lo último que ha soltado este ejemplo de virtud empresarial es que EEUU bajo un mandato suyo no se va a convertir en España, Grecia o Italia. Muy tranquilizador para el pueblo de EEUU, aunque innecesario. Es absolutamente obvio que EEUU nunca será como España. Para empezar, sólo Texas ya es más grande que España, y me quedan 49 estados más. Para hacer una comparación acertada debería decir que EEUU nunca se convertirá en Europa, aunque ya lo fué una vez, eran una serie de estados independientes con grandes diferencias económicas, y les hizo falta una guerra civil y un siglo entero para llegar a ser un país.

Tampoco es muy acertado desde el punto de vista de la diplomacia, y relaciones internacionales, a diferencia de Obama, que sabe perfectamente que si Europa (y España en particular) van mal, le acabará afectando a EEUU.

En resumidas cuentas, el candidato republicano es el típico empresario que sigue sin ver que el mundo está cambiando, que el individualismo no está en alza, que todo está interrelacionado, y que el sistema del que él se aprovechó es lo que ha llevado al mundo, de nuevo, al borde del abismo. Y sobre todo, que una empresa, por grande que sea, no es un país, y un empresario no es un presidente.

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/08/actualidad/1344460172_953053.html

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