Fundamentalmente, el mensaje que ambos mandan al electorado es: "tengo un plan para sacarnos de la crisis; no voy a dar todos los detalles, pero estoy por rebajar impuestos a todo el mundo para estimular la economía, acabar con el déficit, y crear empleo". Y su otro mensaje es el siguiente, "CONFIANZA". Es su mantra. Dicen abiertamente que su elección va a generar "confianza" de modo que la economía crecerá.
En el caso de Rajoy, se vio claramente la realidad. Su presidencia no solo no genera confianza, sino que la economía se ha hundido más. Con Romney pasaría tres cuartos de lo mismo. Su plan es sencillamente rebajar los impuestos a los más ricos con la esperanza de que inviertan y generen más riqueza y empleo (el famoso "Trickle down", que no funciona porque los ricos ya no invierten en economía productiva sino en especulación financiera), mientras carga a lomos de la clase media la rebaja del déficit federal (desmantelando el pequeño Estado del Bienestar que tienen). Exactamente la receta que está aplicando Rajoy. Exáctamente la receta que todos los neoliberales del mundo quieren aplicar. Exáctamente la receta que llevó, lleva, y llevará al mundo al abismo.
Afortunadamente para Estados Unidos, ahora mismo tienen un presidente que ha conseguido reconducir poco a poco la economía y sacarla del caos en el que la dejó George Bush durante 8 años a base de aplicar recortes de impuestos, y pagar guerras a crédito.
Desgraciadamente para España, antes de Rajoy no había un Obama arreglando la economía, sino un Zapatero absolutamente superado por los acontecimientos sin ningún márgen de maniobra.
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