martes, 27 de septiembre de 2016

Guerra a muerte (esta sí que lo es) en el PSOE

Estos días estamos asistiendo a la división de la izquierda en todos los medios. La imaginaria (en Podemos) y la (muy) real en el PSOE. Mientras, Mariano se sienta tranquilamente a fumarse un puro, como siempre.

En Podemos, es una cuestión estratégica, que no debiera de haber crecido de los dos tuits que se intercambiaron Iglesias y Errejón, si no fuera por unos medios muy escorados a la derecha (financiados por la banca, claro), que buscan sangre en Podemos. ¿Somos más destroyer o menos destroyer? ¿No asustaremos a votantes si no nos moderamos? Estrategia electoral pura y dura. Nada del fondo del partido, que lo tiene muy claro a pesar de la disparidad de líderes y militantes.

En el PSOE la cosa es infinitamente más grave. Es un tema ideológico que cuestiona los fundamentos mismos del partido, del régimen surgido de la transición, además de por supuesto liderazgo, estrategia electoral, etc,etc. En una palabra; ha llegado la hora que tanto temía el PSOE. La hora de mojarse.

Se dice que el auténtico partido del régimen surgido en el 78 no es el PP, sino el PSOE. Estoy de acuerdo. Es el que más años ha gobernado, el que más mayorías absolutas ha tenido, y probablemente el que mejor refleje el electorado español. Un centro izquierda moderado. Para ello, el PSOE ha navegado siempre en la indefinición ideológica, consecuencia de los pactos de la transición. A saber, el PSOE es republicano pero apoya la monarquía, el PSOE está con los trabajadores, pero ha aprobado reformas laborales brutales, el PSOE es socialista, pero ha recortado derechos sociales y abrazado el neoliberalismo...

Y todas esas contradicciones de fondo han atrapado al PSOE por fin debido a la economía. Antes (años 80, 90, 00) se podía permitir una cara social y aún así mantener contentos a empresarios, banca. Desde 2008, cuando saltó la banca, y sobre todo desde 2012, cuando fue rescatada, es lo uno o lo otro. El estado del bienestar o la gran empresa y la banca. Y es ahí donde el PSOE se parte a la mitad.

Claramente tiene esa parte de izquierda social que quiere poner primero a la gente. Pero eso significaría traducido en políticas reales aumentos de impuestos a los ricos, bajadas de impuestos a pobres, perseguir evasión fiscal, subir salario mínimo, perseguir fraude laboral,...En definitiva, abrazar el programa de Podemos.

Y tiene el ala derecha (Susana Díaz, Felipe González, sus ex-ministros, barones territoriales,...). Esos ponen claramente a la banca y gran empresa por delante, y quieren continuar reduciendo déficit a costa del estado de bienestar que paradojicamente ellos contribuyeron a crear. Todos ellos quieren dejar gobernar al PP en un gobierno débil, para dentro de dos o tres años ganarles en las urnas y seguir con el paripé de "democracia" mientras hacen política neoliberal y se llaman "socialistas" a sí mismos.

La división está ahí. La guerra está declarada. El resultado puede ser más de lo mismo en la persona de Susana Díaz haciendo el teatro de los últimos 40 años, o un partido renovado auténticamente de izquierda. No radical, porque el PSOE nunca lo fue, sino socialdemócrata. Nada de "terceras vías" que solo esconden neoliberalismo.

Pero claro, muchos en el PSOE tienen mucho que esconder. Se sienten más seguros con un gobierno del PP donde saben que todo va a seguir igual y no se va a investigar la corrupción, ni se van a cuestionar sus sillones.


lunes, 5 de septiembre de 2016

¡¡¡Nuevo gobierno en España!!! ¡¡¡Me salen 176!!!!

Hace más de un año que no escribo en el blog...La causa es twitter, que me tiene abducido. Es más rápido, más inmediato...Pero hay cosas que símplemente no se pueden escribir en 140 caracteres.

En este año ha habido dos elecciones generales. Dos. Y es que el tablero político tras la incorporación de Podemos en 2014 y después de que la banca hinchara de millones al cuñado Albert Rivera y su partido "Ciudadanos" (de derechas), este tablero digo, es endiablado. Y con razón.

Se enfrentan dos visiones totalmente diferentes de lo que es un país. Por un lado, la de la derecha reaccionaria, caciquil, la de los obispos, el ejército, la monarquía borbónica, el centralismo, la de la nobleza y sus cortijos, la de "Los Santos Inocentes"...Esa derecha que no dudó en dar golpes de estado, robar a manos llenas, considerar a los españoles como lacayos...En definitiva, la que lleva gobernando 200 años casi sin interrupción.

Por otro lado está la visión, digamos, moderna. Social, igualitaria, contestataria, justa...La España que podríamos haber sido si en 1814 si en lugar de "ganar" la Guerra de la Independencia la hubiéramos perdido y hubiéramos echado de una vez por todas a los borbones, atado corto a la iglesia, y dejado florecer la industria y el comercio.

Pero los votantes siguen estando divididos casi por la mitad entre los que quieren seguir siendo súbditos y los que queremos ser ciudadanos (paradójico que Rivera use ese nombre cuando quiere que seamos súbditos). Las cuentas no salen. El PSOE lo intentó escorando a la derecha de Ciudadanos, pero Podemos le dijo que no, lógicamente.

Ahora ha sido el turno de Mariano Rajoy (sé fuerte Luis) y su Partido Podrido, que ha pactado en un papel mojado medidas de derechas con Ciudadanos y ha chantajeado al PSOE para que le dejara gobernar. Tampoco. Afortunadamente Sánchez no se ha dejado chantajear, a pesar de las presiones de "socialistas" como González, casi todos los periódicos nazionales (con z), etc, etc...Pero Mariano se ha vuelto a casa en funciones. Cuatro investiduras fallidas en menos de un año. Y ninguna alternativa....¿Ninguna? ahí voy...

Ahora el foco está en Sánchez. Debería liderar las conversaciones, ya que él sería el presidente. Llamar a Podemos y Ciudadanos y alcanzar un pacto sobre todo en dos temas: economía/trabajo, y Cataluña. Todos hablan de pactar, ceder,...pero ninguno lo ha hecho hasta ahora. Para que Podemos se siente con garantías, el PSOE debería sin duda escorar a la izquierda su ridículo pacto con Ciudadanos de marzo que no tocaba la reforma laboral. Temas como el rescate ciudadano, aumento serio del salario mínimo, y un aumento de la recaudación tributaria deberían caer de cajón para el PSOE. Podría salir por ahí.

Ciudadanos tendría que ceder en sus pretensiones más neoliberales, pero a cambio se aceptarían todas sus propuestas de regeneración, que cualquiera en PSOE o Podemos podría compartir, y además se pondría la medalla de haber permitido formar gobierno.

Y queda el tema del escollo. Cataluña. ¿Qué hacer? tanto PSOE como Ciudadanos estarían en contra de un referéndum de autodeterminación a la escocesa. El PSOE sí habla de reformar la Constitución. Cataluña ha sufrido la estafa inmobiliaria que llaman crisis como la que más en España, y bajo la Constitución el principio de solidaridad debería funcionar de manera que si tiene problemas de financiación, se resuelvan sin más recortes made in Rajoy e impulsados por Bruselas. Eso sería aceptable para Ciudadanos.

¿Y Podemos? ¿cedería en lo de no permitir un referéndum como quieren PSOE y Ciudadanos? en principio no, ya que los 71 escaños de Podemos incluyen a En Comú Podem. Pero si Pablo Iglesias quiere las medidas sociales y económicas, que en cualquier caso favorecerían a Cataluña más que un gobierno de Rajoy, ceder en el referéndum sería la carta perfecta. ¿Y como va a votar En Comú Podem SI a un gobierno que no permite un referéndum? Aquí está lo bueno...

PSOE tiene 85 escaños, Ciudadanos 32. Podemos lo forman varios grupos: 45 Podemos, 9 Compromís (valencianos), 5 En Marea (gallegos), 12 En Comú Podem (catalanes)...Llamadme loco, inconsciente...pero si sumáis 85+32+45+9+5 , a mí me da 176.

Los 12 diputados de En Comú Podem no conseguirían el referéndum, pero salvarían la cara con muchas otras medidas que sí quieren, y además podrían votar no. Un pacto así sería beneficioso para todos, o al menos no sería autodestructivo como que el PSOE apoyara al PP. El gobierno que saliera no sería tan de izquierdas como querría Podemos, ni tan de derechas como querría Ciudadanos, pero no habría referéndum. Dejaría fuera a "las fuerzas independentistas" que tanto escozor producen a Rivera, y sería un gobierno lo suficientemente progresista, regenerador, y sólido para sacar adelante un programa de gobierno.

Lo mejor de todo es que el PP se quedaría fuera, como se merece, y no habría terceras elecciones el 25 de diciembre, como quiere Mariano.